Peregrinos salteños llegaron a Jujuy camino al Señor y la Virgen del Milagro

Un grupo de casi 80 peregrinos de Santa Victoria Oeste y de otras localidades de Salta, arribaron a Jujuy para descansar, pasar la noche y este jueves seguir viaje a la vecina provincia para participar de las honras al Señor y la Virgen del Milagro.
Los fieles caminaron desde el primer día de este mes desde esa y otras localidades salteñas por la Ruta Nacional 9, y decidieron hacer un parate en Reyes para retomar fuerzas, en una travesía que abarca más de 400 kilómetros.
La fe de los promesantes abarca desde esas zonas de Salta por los Valles y la Quebrada de Humahuaca hasta Uquía para luego seguir hasta San Salvador de Jujuy rumbo a la Catedral Basílica de Salta, avanzando por la banquina en sentido norte – sur hacia su destino final.
Antes de iniciar el recorrido, los caminantes recibieron la bendición del sacerdote en la plaza central de Santa Victoria Oeste, frente a la parroquia Santiago Apóstol, y tras la ceremonia, partieron en una odisea que incluye oración y el encuentro comunitario.
En el trayecto, los peregrinos atraviesan escuelas rurales, donde fueron recibidos con afecto y gestos de hospitalidad por parte de los pobladores. La organización incluye acompañamiento constante para resguardar la seguridad con efectivos de la Policía de Salta, agua, alimentos y espacios de descanso.
Historia del Señor y la Virgen del Milagro
La imagen de la Virgen del Milagro fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano, donde fue exhibida durante toda la noche, rodeada de orantes. Al día siguiente, la imagen fue colocada en el exterior de la Iglesia Matriz, permitiendo que todos pudieran venerarla. Los colores del rostro de la Virgen continuaron cambiando, marcando el inicio de lo que más tarde sería conocido como “el milagro”.
Los temblores de tierra persistieron, pero con menos intensidad. Un sacerdote de la Compañía de Jesús, José Carrión, sintió una voz que le decía claramente: “mientras no saquen al Cristo en procesión, los terremotos no cesarán”. Los padres jesuitas recordaron la imagen del cristo crucificado enviada por el Obispo Vitoria, la sacaron de la iglesia matriz y la colocaron en un altar exterior. La imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños con antorchas encendidas, y las campanas llamaron a la penitencia y la oración.
La tierra dejó de temblar al amanecer del día 15 de septiembre, aunque hubo una réplica esa misma noche. Sin embargo, el 16 de septiembre, la calma retornó y con ella comenzó a hablarse del “milagro”. Con el tiempo, se recibieron noticias de la destrucción de Esteco, lo que aumentó la magnitud del “milagro” atribuido a la Virgen y al Señor de Salta.
Así, una nueva historia comenzaba para estas sencillas imágenes y para los salteños, quienes mantienen viva su devoción y su fe en la actualidad, recordando el momento en que la Virgen y el Señor intervinieron para proteger a su ciudad de la furia de la naturaleza. El legado de la Virgen del Milagro y el Señor de Salta sigue siendo un testimonio de la fe inquebrantable que ha marcado a esta región de Argentina a lo largo de los siglos.
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Fuente: www.todojujuy.com